Alguien me dijo una vez que es presuntuoso que alguien arguya que su punto de vista sobre un tema es “lo que Dios piensa al respecto”. Sin embargo, si llevamos esta premisa a su conclusión lógica, no podemos saber qué piensa Dios acerca de nada en absoluto.
El cristianismo y el deísmo
Aunque muchos hoy se consideran “cristianos”, podrían describirse más adecuadamente como “deístas”. El deísmo es la creencia de que Dios creó el universo, pero no se ha revelado a sí mismo ni su voluntad a la humanidad. Sin embargo, como se señaló en un artículo anterior, podemos esperar que un Dios amoroso, misericordioso y justo nos comunique sus pensamientos de una manera comprensible y confiable. Él ha hecho esto en la Biblia y por medio de la persona de Jesucristo, la “traducción” más fiel de la voluntad de Dios en lenguaje humano.
Podemos saber lo que Dios ha revelado
Si bien no es posible que sepamos lo que Dios piensa acerca de todo, podemos saber lo que Él ha revelado. Moisés les dijo a los que vivían bajo la antigua ley que “las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios; mas las reveladas son para nosotros y para nuestros hijos para siempre, para que cumplamos todas las palabras de esta ley” (Deuteronomio 29:29). Este principio no ha cambiado para aquellos que viven bajo el Nuevo Pacto.
Jesús entendió este principio. Mientras estaba en la tierra, les dijo a sus apóstoles: “Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. …os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:14-15). Jesús reveló solamente lo que su padre le había revelado.
Poco antes de su muerte, Jesús prometió enviar al Espíritu Santo para enseñar a los apóstoles “todas las cosas” y recordarles “todo” lo que les había dicho (Juan 14:26). Más adelante, en el mismo evangelio, Jesús les dice a los apóstoles: “Cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir” (Juan 16:13). Incluso el Espíritu Santo sólo iba a revelar lo que primero hubiera oído de Jesús.
La voluntad de Dios revelada por “palabras”
Varios años más tarde, el apóstol Pablo escribió a los cristianos en Corinto, Grecia: “Cosas que ojo no vio, ni oído oyó, ni han entrado al corazón del hombre, son las cosas que Dios ha preparado para los que le aman. Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu … no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las enseñadas por el Espíritu, combinando pensamientos espirituales con palabras espirituales” (1 Corintios 2:9-13, LBLA).
Es posible saber lo que Dios piensa sobre ciertos asuntos porque ha revelado sus “pensamientos” sobre ellos a través de hombres inspirados que, a su vez, los han hablado y escrito con “palabras”. Por lo tanto, la pregunta no es si Dios le ha hablado a la humanidad, sino si vamos a prestar atención o no a lo que él ha dicho.
–Jerry Falk