El monoteísmo y el trinitarismo
El monoteísmo es creer en un solo Dios. Aunque el Nuevo Testamento establece una visión monoteísta de Dios, hay quienes se quejan de que no es, en realidad, monoteísta. Los judíos y los musulmanes, por ejemplo, ven la idea del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo como Dios, como una pluralidad de dioses, un concepto que rechazan por ser contrario al principio bíblico de la unidad de Dios (Deuteronomio 6:4)
La afirmación de Jesús de que era deidad fue quizás el problema principal que los judíos tuvieron con él (cf. Juan 5:18; 10:30-33; 19:7; Filipenses 2:6). Incluso hay quienes se consideran “cristianos” que han tenido problemas para reconciliar la unidad de Dios con el trinitarismo.
El punto de vista de los escritores inspirados
Los escritores del Nuevo Testamento, sin embargo, no dan ninguna indicación de que estaban violando el principio del monoteísmo. Afirmaron la veracidad del monoteísmo tan fuertemente como lo hicieron los escritores del Antiguo Testamento (cf. Juan 5:44; 1 Corintios 8:6; Efesios 4:6; 1 Timoteo 1:17; 2:5).
Uno esperaría que, si los escritores del Nuevo Testamento estuvieran abandonando el concepto histórico del monoteísmo del Antiguo Testamento, habrían sido los primeros en reconocerlo y defender el triteísmo, pero escriben como si estuvieran completamente ajenos a cualquier conflicto entre los conceptos del Antiguo y Nuevo Testamento sobre el número de Dios. Esto es especialmente significativo cuando tenemos en cuenta que todos los escritores del Nuevo Testamento eran judíos, menos Lucas. Todavía reconocían la unidad de Dios, aunque también veían a Jesús y al Espíritu Santo como divinos.
La Unidad compuesta de una pluralidad
Dios aún es uno en el Nuevo Testamento (cf. Juan 10:30), así como es uno en el Antiguo Testamento (Deuteronomio 6:4). No obstante, incluso el concepto de la unidad de Dios como una unidad compuesta de una pluralidad se infiere en el Antiguo Testamento (Génesis 1:26). Dios usó la primera persona plural al decir “hagamos” en referencia a Sí mismo, lo que indica que él es una pluralidad. Algunos podrían afirmar que “hagamos” incluye a los ángeles, pero los que dijeron “hagamos” se identifican no como ángeles u otros sino como Dios, en cuya imagen el hombre fue hecho (Génesis 1:27; Santiago 3:9). Otros afirman que el plural es un “plural de majestad”, una forma de hablar atribuida a los de realeza, pero las Escrituras más tarde dicen que Dios habla de “uno de nosotros”, lo que indica que un individuo en el Dios plural podría distinguirse de otro (Génesis 3:22).
Debe tenerse en cuenta que la unidad de Dios es un compuesto, en vez de ser una unidad en sentido absoluto. Una unidad absoluta, como el “cero absoluto”, es una unidad irreducible, mientras que una unidad compuesta es una unidad colectiva, una unidad que combina partes o individuos para hacer que actúen como uno. El concepto del uno compuesto no es ajeno a la mente de las personas (Juan 17:20-23; Gálatas 3:28; Efesios 5:31).
Aunque las Escrituras se refieren al Creador omnipotente del universo como siendo compuesto por tres Personas Divinas, Padre, Hijo y Espíritu Santo, son uno en esencia, ¡son iguales y simultáneamente Dios!
–Gary Eubanks