Heridos en la selva
Michael Lythcott y su amigo viajaban en una motoneta de regreso a su motel después de una noche en la isla de Bali en Indonesia, cuando sobrepasaron una curva y fueron arrojados a 150 pies en un barranco en la selva. Sus heridas casi fatales los dejaron inmovilizados en la ladera de una montaña. Además, nadie sabía dónde estaban ni qué había sucedido.
Lo único que Michael pudo hacer fue sacar su teléfono celular de su bolsillo y avisar a un amigo en los Estados Unidos, a través de una aplicación de Facebook, de su condición. Su amigo pronto aprovechó su “vasto círculo de amigos de todo el mundo. Publicó una captura de pantalla con un marcador [de su ubicación] en el hilo de comentarios de Facebook” y creció rápidamente cuando un amigo tras otro se unía a la conversación. Todos estaban desesperados por ayudar, pero la oferta de un amigo fue especialmente conmovedora: “Amigo, saldré volando esta noche y vendré a buscarte si lo necesitas“.
[A través de esta red de amigos que contactaron a las partes apropiadas en Bali, Michael y su amigo pronto fueron rescatados, llevados a un hospital y se recuperaron (Selecciones del Reader’s Digest (en inglés), julio-agosto de 2019, págs. 76 y siguientes).]
Un verdadero amigo
Ahora, ese es el espíritu de un verdadero amigo: alguien que dejará todo lo que está haciendo en cualquier momento y viajará en avión al otro lado del mundo para hacer lo que sea necesario para ayudar, ¡sin preguntas!
La Biblia dice: “En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia” (Proverbios 17:17), y “…amigo hay más unido que un hermano” (Proverbios 18:24).
No hay amigo como Jesús
Jesús demostró ser un “amigo de los pecadores” (Mateo 11:19). “Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros” (Romanos 5:8). Jesús renunció a todo lo que tenía y vino del cielo para morir en una cruz por aquellos que, aunque le eran hostiles en sus pecados, él quería que fueran sus amigos. “…Por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:9)
¿Eres amigo de Jesús?
Los cristianos cantan himnos con palabras como “Yo le seré amigo” o “Oh, qué amigo nos es Cristo…” Sin embargo, nadie puede ser un amigo de Jesús a menos que corresponda con la clase de amor sin reservas que Jesús le mostró. El que sería amigo de Jesús, y que le gustaría que Jesús fuera amigo de él, debe estar dispuesto a abandonar todas sus preocupaciones y compromisos mundanos y venir en cualquier momento para darle a Jesús la ayuda que necesite.
“Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando” (Juan 15:14).
–Gary P. Eubanks