“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos–declara el Señor” (Isaías 55:8, LBLA). A lo largo de la historia, los pensamientos y caminos del hombre a menudo han estado en conflicto con los pensamientos y caminos de Dios.
El hecho de que algo en el ámbito religioso nos parezca correcto y bueno, no significa que este sea el caso a los ojos de Dios. “Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte” (Proverbios 14:12).
Siempre debemos comparar nuestros pensamientos y caminos humanos con los pensamientos y caminos divinos de Dios. Y hacemos esto simplemente por escudriñar las Escrituras para encontrar la verdad (Hechos 17:11; Juan 8:32). Cuando enseñamos, debemos estar seguros de que sólo estamos enseñando la palabra de Dios (1 Pedro 4:11), sin añadir ni quitar (Apocalipsis 22:18-19). No debemos pensar más allá de lo que está escrito (1 Corintios 4:6).
Por ejemplo, puede que pensemos que el uso de instrumentos musicales mejora nuestros hymnos y nuestra adoración en general. Pero el mandato en el Nuevo Testamento es cantar y hacer melodía en nuestros corazones al Señor (Efesios 5:19; Colosenses 3:16).
Puede que enseñemos que el camino para que un pecador sea salvo es orar o simplemente aceptar a Jesús en nuestro corazón como nuestro Salvador. Pero el camino del Señor es la fe y el bautismo para ser salvo (Marcos 16:16; Hechos 2:38; 1 Pedro 3:21), no la fe sola (Santiago 2:24).
Muchos pensamos que la Pascua es un día santo muy importante que deben observar todos los cristianos. Pero, ¿cuáles son los pensamientos y caminos de Dios sobre el asunto? El Nuevo Testamento es completamente mudo en cuanto a tal observancia. Más bien, el Señor instituyó Su Cena para que podamos proclamar Su muerte cada primer día de la semana (1 Corintios 11:23-26; Hechos 20:7).
“Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él” (Colosenses 3:17). ¿No es hora de que nos sometamos por completo a los pensamientos y caminos de Dios Todopoderoso (Mateo 7:21)?
–Jesse Flowers