Seguir la opinión popular es cosa fácil. Simplemente crea y haga lo que sea comúnmente aceptado por la mayoría y ¡se adaptará perfectamente! Obtendrá la aprobación de sus compañeros de trabajo, compañeros de clase y otros prácticamente sin esfuerzo. Todo lo que tiene que hacer es nadar río abajo con ellos. Mejor aún, ¡sólo flote con ellos y deje que la marea haga el trabajo!
No conformados sinos transformados
Pero si quiere ser como Jesús, deberá resistir la “corriente” de este mundo. En este sentido, el apóstol Pablo escribió a los cristianos en Roma, una ciudad llena de idolatría e inmoralidad sexual: “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2). De nuevo, no conformados al mundo sino transformados por la voluntad de Dios.
Al decir que no debemos conformarnos “a este siglo”, Pablo se refiere a los pensamientos y costumbres pecaminosos de aquellos que no obedecen la palabra de Cristo (Tito 2:11-12; Santiago 4:4; 1 Juan 2:15-17). Se alienta a los cristianos a no os conformarse a los deseos que antes tenían estando en su ignorancia, sino a ser santos como Dios es santo (1 Pedro 1:14-15).
La gente más bendecida
El mundo quiere hacer que los creyentes en la Biblia se sientan incómodos, insatisfechos e infelices porque son diferentes de la mayoría. ¡Sin embargo, aquellos que se esfuerzan por ser transformados por la voluntad de Dios son los hombres y mujeres más bendecidos de la tierra!
Al renunciar a las filosofías y costumbres pecaminosas de este mundo, ¡se les asegura su comunión con Dios! Al negarse a seguir “la corriente de este mundo” (Efesios 2:2), Dios promete: “Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. … Y yo os recibiré, y seré para vosotros por Padre, y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso” (2 Corintios 6:16-18). Es mucho mejor tener la aprobación. de Dios que la de los hombres (Juan 5:41; 12:42-43; Gálatas 1:10)!
Gente que es diferente
Los cristianos están llamados a ser diferentes en la forma en que piensan, hablan, actúan e incluso en su forma de vestirse. Se esfuerzan por seguir a Jesús en lugar del “dios de la cultura” y, como su Maestro, a veces son ridiculizados y rechazados por ello. Muchos piensan que son de mente estrecha, anticuados y censorios. Sin embargo, algunos en el mundo se darán cuenta de que su lealtad a Cristo es verdadero y, al ver su alegría y convicción en servirle, ¡desearán lo que ellos tienen!
–Jerry Falk