Existe una clase de “supervivencialistas” llamada “preppers” (una forma inglesa de “preparadores”). Están muy preocupados por “el fin del mundo” tal como se conoce ahora. Viven con el temor del “apocalipsis”. Anticipan que el mundo, tal como existe ahora con todas sus comodidades y orden, podría terminar en un holocausto nuclear, una catástrofe natural mundial, un colapso económico internacional, una plaga mundial o algún otro cataclismo de gran escala.
Por lo tanto, piensan que es sabio comenzar a prepararse para tal eventualidad creando para ellos mismos un refugio aislado, quizá subterráneo, lleno de alimentos y otras provisiones escondidas para ellos, sus familias y, quizá, para otros individuos de ideas afines.
[Ayer mismo, mi esposa me informó que todas las máscaras en Home Depot, una empresa estadounidense de mejoramiento del hogar, ferretería, bricolaje y materiales de construcción, se han agotado a causa del llamado “coronavirus” que se está extendiendo a través del mundo. –Jerry Falk]
Unas observaciones problemáticas
Hay varios problemas con esta forma de pensar:
(1) Es dudoso que ocurra una catástrofe a una escala tan grande como advierten estos “preparadores” y, si no, habrían desperdiciado sus vidas y recursos preparándose para ello, cuando podrían haberlas pasado de manera más feliz y constructiva.
(2) No importa lo que hagan, es dudoso que puedan sobrevivir a la catástrofe mundial que prevén.
(3) No les gustaría vivir en el mundo después de tal catástrofe. ¡Hay algunas cosas que son peores que la muerte!
(4) No importa lo que hagan, ¡van a morir!
Prioridades equivocadas
Es irónico e insensato que estos “preparadores” gasten gran parte de sus energías, tiempo y dinero en la preparación de algo que probablemente nunca sucederá… pero ignoran lo que sí saben que sucederá.
Es posible que el mundo no termine como se lo imaginan, pero sus vidas en este mundo sí terminarán (Hebreos 9:27). La Biblia enseña que el mundo terminará en un cataclismo de fuego (2 Pedro 3:10-12), si no mientras aún viven, después de que mueran.
En vez de esto, Debemos prepararnos para nuestras muertes
Por lo tanto, en lugar de prepararnos para “el fin del mundo”, debemos prepararnos para “nuestro fin en este mundo” –cuando muramos y Jesús venga y nos conduzca al juicio (1 Tesalonicenses 4:13-18; 2 Tesalonicenses 1:6-9; Amós 4:12).
¿Por qué no aprender acerca de las provisiones que Dios ha hecho a través de Cristo para que puedas estar preparado sabiamente para tu fin en este mundo?
–Adaptado de Gary Eubanks